El silencio no es rentable.
Enrique Alcat
En Cuautlancingo, la Presidenta Municipal lleva una administración de puertas cerradas. Desde la presidencia municipal se desarrolla un monólogo en donde no hay interlocutores de la sociedad civil con los cuales se pueda dialogar para construir un mejor municipio.
La presidencia elige con cuidado los eventos a los que asiste, y las declaraciones que da y a quienes les da esas declaraciones. No se expone en eventos en donde pueda ser interrumpido el mensaje que quiere enviar pero del cuál no quiere escuchar respuesta.
El municipio sigue sufriendo de los mismos problemas de siempre: falta de agua, falta de seguridad, muchos problemas en el alumbrado público. Todo lo que ya sabemos. Todo lo que la administración municipal sabía que había, y que en campaña prometió resolver. Todo lo que sigue igual después de más de ocho meses de estar administrando.
¿Qué pasa si un ciudadano o el representante de algún fraccionamiento solicita una audiencia con la Presidenta Municipal? Le van agendar una cita. Pero el día anterior o el mismo día de la cita le van a llamar para avisarle que la cita se tiene que posponer. Probablemente le den otra fecha, probablemente no. No importa. Al final, no se realizará ninguna audiencia.
Prohibido estacionarse
La empresa SETTEPI dejó de estacionar sus autobuses cerca de la señal de ALTO en calle Camino a San Lorenzo casi esquina con Av. Revolución. Sin embargo, sigue estacionando sus autobuses de los dos lados en Camino a San Lorenzo y de los dos lados en Av. Revolución (donde está su corralón). Ya es un avance, pero aún hay oportunidad para mejorar.
El lote de autos de la Av. México-Puebla (Cuatro Caminos) sigue utilizando el espacio público como si nada, estacinando sus vehículos en lugar prohibido.
Quien sigue sin hacer su trabajo es la Secretaría de Seguridad Pública, Seguridad Vial y Bomberos de Cuautlancingo.
Las barbas del vecino
Los municipios de la zona metropolitana Puebla-Tlaxcala no hacen su trabajo, no cumplen ni hacen cumplir la ley. Para ellos, la ley es letra muerta. Pero, seremos nosotros, la sociedad civil, quienes denunciaremos su falta de actuación y exigiremos que hagan el trabajo para el que fueron elegidos y por el cuál reciben un salario.
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