Menú Cerrar

La Obra Pública Que No Considera a los Peatones

Los peatones son personas fácilmente vulneradas, y están expuestas a las peores condiciones de tránsito: pueden ser atropelladas, pueden tener que cruzar arroyos de agua pluvial que no es canalizada correctamente, y, a menudo, son olvidados en la planificación de la infraestructura urbana por la falta de visión de largo plazo de las autoridades municipales. A pesar de que según el Censo de Población y Vivienda 2020 el 45.9% de la población de Cuautlancingo camina como principal medio de transporte al trabajo, Cuautlancingo no cuenta con la infraestructura adecuada para protegerlos y facilitar su movilidad.

El 45.9% de la población de Cuautlancingo camina como principal medio de transporte al trabajo

Además de la falta de señalización, banquetas en mal estado, de medidas ridículas o de plano inexistentes, así como la falta de espacios para caminar y para el esparcimiento, la nueva obra pública insiste en no resolver esos problemas o incluso hacerlos más graves. Un ejemplo sobresaliente es la reciente repavimentación de la Prolongación Uranga frente al fraccionamiento Bosque Sanctorum.

En este obra se instaló concreto hidráulico para mejorar la vialidad, pero las banquetas no se consideraron en la obra y, lo que es peor, destruyó una parte de la banqueta para permitir que el agua de lluvia llegue a la barranca, a pesar de que existe infraestructura especial para conducir el agua de lluvia y lo que falta es darle mantenimiento. Imagina que tienes problemas de movilidad, eres de edad avanzada, utilizas silla de ruedas, bastón o muletas ¿Qué se supone que hagas al llegar a esta zona? Y aunque regularmente no tengas problemas de movilidad ¿Qué tienes que hacer para pasar allí cuando llueva?

Se tiene que sumar el hecho de que en la zona habitacional se permitió la instalación de naves industriales, lo que provoca que haya vehículos pesados haciendo maniobras en la zona y destruyendo la infraestructura pública. Esto último sucede precisamente frente a la zona en donde se demolió la banqueta. Agreguemos que con la realización de la obra dejaron tapado el drenaje, y dañaron las rejas de drenaje pluvial e hicieron reparaciones que dejan mucho que desear. Si no utilizaron los materiales adecuados ¿Quién va a garantizar que la instalación es correcta y las rejas van a soportar el tráfico de la zona? ¿Quién va a pagar los daños cuando estos problemas causen un accidente o daños a los vehículos?

Por si lo anterior no es ya suficiente, también los conductores de trailers de la compañía de transportes Tres Guerras acostumbran a evitarse la caminata de unos 500 metros desde la empresa a la zona comercial afuera de Bosque Sanctorum, y en lugar de caminar para ir al Oxxo, al Bodega Aurrera Express o a alguno de los negocios de comida, prefieren recorrer ese tramo con sus tracto camiones y estacionarse en los lugares diseñados para el estacionamiento de automóviles. La visibilidad de los peatones desde la cabina de estos vehículos es muy mala y el riesgo de accidentes que dañen a peatones es mayor.

Al final, todo lo que pasa está fuera de control, a la autoridad no le preocupa la seguridad de sus ciudadanos y hay personas y empresas que se aprovechan de esta falta de atención y hacen lo que quieren, incluso dañando la infraestructura municipal. Y no pasa nada. ¿Quién va a poner orden? ¿Y la ley? Ya lo sabemos, la ley es Letra Muerta.

Letra Muerta
letra.muerta@cuatlancingo.mx

Deja una respuesta